Verano intenso: consejos cruciales para detectar un golpe de calor
Con la llegada del calor extremo, es esencial estar alerta a los posibles signos de un golpe de calor, una condición grave que puede afectar a cualquier persona y que se produce por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición a altas temperaturas y humedad durante varias horas o al ejercicio físico intenso durante períodos de altas temperaturas.
En estas situaciones, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura y el cuerpo puede alcanzar los 40° C o más.
Las personas más vulnerables a sufrir golpes de calor son las personas menores de 5 años y más aún los menores de 1 año, niños con enfermedades crónicas (cardíacas, renales, mentales, neurológicas u otras), adultos mayores y aquellas que tienen fiebre por otra causa, cursan un cuadro diarreico, se encuentran desnutridos o presentan obesidad y/o tienen la piel quemada por el sol.
Aquí te presentamos algunos consejos clave para reconocer los síntomas y actuar rápidamente en caso de un posible golpe de calor.
1. Mantente hidratado: el primer paso para prevenir un golpe de calor es mantenerse bien hidratado. Si sentis sed, es probable que ya estés deshidratado. Bebe agua regularmente, incluso si no sientes sed, y evita el alcohol y las bebidas azucaradas, ya que pueden contribuir a la deshidratación.
2. Presta atención a la sudoración: la falta de sudoración o la piel seca pueden ser señales de alarma. En condiciones normales, sudar es el mecanismo del cuerpo para regular la temperatura. Si dejas de sudar o te encuentras con una piel seca y enrojecida, busca sombra de inmediato.
3. Vigila los síntomas iniciales de un golpe de calor que pueden incluir mareos, náuseas, debilidad, confusión, aumento de la temperatura corporal como así también aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria. Si experimentas alguno de estos síntomas, es crucial tomar medidas preventivas de inmediato.
4. Controla la temperatura corporal: un aumento significativo en la temperatura corporal es un signo evidente de golpe de calor. Si tienes fiebre alta, calambres musculares intensos o la piel está caliente al tacto, es necesario buscar asistencia médica rápidamente.
5. Busca los lugares con sombra y refrescate: si te encuentras bajo el sol intenso y sientes que tu cuerpo está alcanzando temperaturas peligrosas, busca sombra inmediatamente. Refrescarte con agua, compresas frías o ventiladores también puede ayudar a reducir la temperatura corporal.
6. Presta atención a las señales de tu cuerpo: la clave para prevenir un golpe de calor es estar conectado con tu cuerpo. Si sientes que algo no está bien, no ignores los signos. Tómate un descanso, busca un lugar fresco y pide ayuda si es necesario.
7. Atención especial a grupos vulnerables: niños pequeños, personas mayores y aquellos con condiciones médicas preexistentes son más propensos a sufrir golpes de calor. Si estás a cargo de su cuidado o perteneces a estos grupos, toma medidas adicionales para prevenir el calor excesivo.
Recuerda: la prevención es clave. Adoptar medidas proactivas para mantenerse fresco y alerta a los signos de advertencia puede marcar la diferencia entre una experiencia veraniega agradable y un riesgo potencial para la salud. Siempre busca ayuda médica si los síntomas persisten o empeoran.