ENFERMEDADES PREVENIBLES POR VACUNAS

¡Es preferible vacunar, que curar!

ANTES DE VACUNARTE DEBES CONSULTAR AL EQUIPO MÉDICO. HAY VACUNAS QUE PUEDEN ESTAR CONTRAINDICADAS. LA VACUNACIÓN DEBE SER INDIVIDUALIZADA SEGÚN LOS ANTECEDENTES DE CADA PERSONA Y EL RIESGO DEL VIAJE.

Es necesario que planifiques la vacunación con tiempo, se suele necesitar un mínimo de 4 a 6 semanas antes de la fecha de partida.

Fiebre amarilla

La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por la picadura de ciertos mosquitos. Puede ser grave y, en algunos casos, mortal. Aunque no existe un tratamiento específico, se puede prevenir con una vacuna adecuada.

Las áreas de mayor riesgo incluyen África subsahariana y América del Sur tropical. El riesgo para los viajeros depende de su estado de vacunación y de factores específicos del destino, como la tasa local de transmisión del virus y detalles del viaje, como la duración de la estancia, las actividades realizadas, y la temporada.

La vacuna contra la fiebre amarilla se recomienda para personas mayores de 9 meses que vivan o viajen a zonas con riesgo de transmisión. Además, algunos países requieren un certificado de vacunación para permitir la entrada.

Meningococo

La meningitis es una enfermedad grave causada por una bacteria que se transmite a través de secreciones respiratorias, provocando inflamación de las membranas que cubren el cerebro y/o sepsis.

Aunque la bacteria que causa la meningitis se encuentra en todo el mundo, la incidencia es mayor en el «cinturón de la meningitis» en el África subsahariana. Afortunadamente, esta enfermedad se puede prevenir mediante la vacunación, que ofrece protección contra infecciones graves y posibles complicaciones.

 

Fiebre tifoidea

La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa potencialmente mortal, causada por la bacteria Salmonella Typhi. Se transmite generalmente a través de agua y alimentos contaminados, y es común en lugares con saneamiento deficiente y sin acceso a agua potable.

Todos los viajeros a zonas endémicas corren el riesgo de contraer la fiebre tifoidea. Por eso, se recomienda la vacunación a quienes viajen a destinos con alto riesgo de esta enfermedad. Las vacunas disponibles no son 100% efectivas y proporcionan inmunidad por un tiempo limitado, por lo que pueden ser necesarias dosis de refuerzo. Incluso con la vacunación, los viajeros deben tomar precauciones con el consumo de agua y alimentos para prevenir esta y otras enfermedades.

Hepatitis A

La hepatitis A es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Este virus se transmite a través del contacto directo de persona a persona (transmisión fecal-oral) o por la ingesta de agua y alimentos contaminados.

No existe un tratamiento específico para la hepatitis A y, en casos graves, puede llevar a insuficiencia hepática severa, requiriendo hospitalización. Sin embargo, los viajeros pueden prevenir esta enfermedad mediante la vacunación y tomando precauciones con el consumo de agua y alimentos, manteniendo altos estándares de higiene, y utilizando métodos de barrera como preservativos y campos de látex.

Cólera

El cólera es una enfermedad diarreica aguda causada por la ingesta de alimentos o agua contaminados con el bacilo Vibrio cholerae. Esta enfermedad es extremadamente virulenta y puede provocar diarrea acuosa severa. Los síntomas pueden aparecer entre 12 horas y 5 días después de consumir alimentos o agua contaminados.

El tratamiento del cólera se basa en la rehidratación oral y, en casos necesarios, la administración de líquidos y electrolitos por vía intravenosa. Si no se trata, está enfermedad puede causar una rápida pérdida de líquidos corporales, llevando a una deshidratación severa, shock hipovolémico y, en pocas horas, la muerte.

Existen vacunas orales contra el cólera que requieren dos dosis para proporcionar una protección completa.

Rabia

La rabia es una infección viral que afecta el sistema nervioso de los seres humanos y otros mamíferos, tanto salvajes como domésticos. El virus se transmite a través de la mordedura de un animal rabioso o por contacto con su saliva a través de una herida en la piel.

Cualquier persona que haya sido mordida por un mamífero debe ser evaluada médicamente para determinar si necesita profilaxis postexposición (PEP) contra la rabia. Además, la exposición a murciélagos, en cualquier parte del mundo, es una razón para considerar la profilaxis contra la rabia.

La mejor manera de prevenir esta enfermedad es que los viajeros se informen sobre los riesgos de infección y la necesidad de evitar mordeduras de mamíferos. Además, es importante que consulten antes de viajar para determinar si se recomienda la profilaxis preexposición (PrEP). No obstante, la PrEP no elimina la necesidad de atención médica adicional después de una exposición a la rabia, pero simplifica el proceso de PEP.

Encefalitis japonesa

La encefalitis japonesa es una enfermedad viral transmitida a través de las picaduras de mosquitos y es la principal causa de encefalitis viral en muchos países de Asia. La mayoría de las infecciones son leves, provocando fiebre y cefalea, o son asintomáticas. Sin embargo, en algunos casos pueden surgir cuadros graves que se caracterizan por la aparición repentina de fiebre alta, cefalea, rigidez de cuello, desorientación, coma, parálisis y, en algunos casos, la muerte.

Sí bien no existe tratamiento antiviral específico para la encefalitis japonesa, existen vacunas seguras y eficaces para prevenir esta enfermedad.

Tétanos

El tétanos es una enfermedad infecciosa aguda causada por la bacteria Clostridium Tetani. Las esporas de esta bacteria se encuentran principalmente en el suelo, cenizas, intestinos y heces de humanos y animales, así como en la piel y herramientas oxidadas como clavos y agujas. La infección ocurre cuando estas esporas entran al organismo a través de una herida o lesión y, una vez dentro, se convierten en bacterias activas que producen una toxina llamada toxina tetánica. Esta toxina bloquea las señales nerviosas desde la médula espinal hacia los músculos, causando espasmos musculares severos.

Aunque cualquiera puede contraer tétanos, es especialmente peligroso para recién nacidos y mujeres embarazadas no adecuadamente vacunados. La vacunación es altamente efectiva y previene completamente la enfermedad, por eso, es crucial que todos los viajeros estén al día con sus vacunas antes de viajar.

Difteria

La difteria es una enfermedad infecciosa grave causada por la bacteria Corynebacterium diphtheriae, que principalmente afecta la garganta y las vías respiratorias superiores, aunque también puede afectar a otros órganos. Los síntomas típicos incluyen dolor de garganta, fiebre y glándulas inflamadas en el cuello. En casos severos, puede causar problemas cardíacos o neurológicos.

La difteria se transmite a través del contacto directo con personas infectadas o por inhalación de gotitas respiratorias y, aunque la enfermedad puede tratarse con medicamentos, las complicaciones graves pueden afectar el corazón, los riñones y el sistema nervioso, y en algunos casos, incluso con tratamiento, puede ser mortal, especialmente en niños.

La prevención eficaz contra la difteria se logra mediante la vacunación la cual, generalmente, se administra junto con las vacunas contra el tétanos y la tos ferina.

Coqueluche

La tos convulsa, también conocida como tos ferina o pertussis, es una enfermedad respiratoria extremadamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis. Esta bacteria se adhiere a los cilios, pequeñas proyecciones similares a vellosidades en las vías respiratorias superiores, donde libera toxinas que dañan los cilios y provocan inflamación.

Es una enfermedad exclusiva de los seres humanos y se transmite principalmente de persona a persona a través de las gotas respiratorias que se dispersan al toser o estornudar. Los bebés y los niños pequeños son especialmente vulnerables, y suelen contagiarse de familiares que pueden portar la enfermedad sin mostrar síntomas.

Inicialmente, la tos convulsa puede parecer un resfriado común, pero después de una o dos semanas, los accesos de tos intensa caracterizan la enfermedad. Los niños menores de un año tienen un alto riesgo de complicaciones graves como neumonía.

La mejor manera de prevenir la tos convulsa es mediante la vacunación.

Poliomielitis

La poliomielitis es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a niños menores de 5 años. El virus se transmite principalmente por vía fecal-oral o, en casos menos comunes, a través de agua o alimentos contaminados. Después de infectar el intestino, el virus puede invadir el sistema nervioso, causando síntomas como fiebre, cansancio, dolor de cabeza, vómitos, rigidez en el cuello y dolor muscular.

En aproximadamente uno de cada 200 casos, la infección conduce a una parálisis irreversible, generalmente en las piernas. Entre el 5% y el 10% de los casos de parálisis pueden ser fatales debido a la afectación de los músculos respiratorios. Aunque los niños menores de 5 años son más susceptibles, cualquier persona no vacunada puede contraer la enfermedad, sin importar la edad.

Actualmente, no hay cura para la poliomielitis, pero se puede prevenir eficazmente mediante la vacunación.

Hepatitis B

La hepatitis B es una infección grave del hígado causada por el virus de la hepatitis B (VHB). Se transmite principalmente a través del contacto directo con fluidos corporales infectados como semen, secreciones vaginales o sangre. Las vías comunes de transmisión incluyen relaciones sexuales sin protección, compartir agujas o elementos punzantes con personas infectadas, y procedimientos como tatuajes o piercings con equipos no esterilizados.

Afortunadamente, existe una vacuna segura y altamente eficaz que proporciona una protección del 98% al 100% contra la enfermedad. La prevención de la infección por el virus de la hepatitis B es crucial para evitar complicaciones graves como la enfermedad hepática crónica (cirrosis) y el cáncer de hígado.

Rotavirus

El rotavirus es un virus que causa una infección intestinal y es la principal causa de diarrea severa en niños menores de 5 años. La complicación más común es la deshidratación, debido a la pérdida excesiva de líquidos. El virus se transmite fácilmente a través del contacto de las manos con la boca, incluso si la persona infectada no muestra síntomas.

Para reducir la propagación de esta enfermedad, es fundamental lavarse las manos de manera minuciosa y frecuente, especialmente después de usar el baño, cambiar pañales o ayudar a un niño a usar el baño. Los síntomas típicos incluyen gastroenteritis que dura de 3 a 8 días, con vómitos, diarrea acuosa y abundante (hasta 20 veces al día), fiebre y dolor abdominal.

Existe una vacuna efectiva que protege contra la diarrea causada por el rotavirus, previniendo las formas graves de la enfermedad y sus complicaciones. Esta vacuna se administra a partir de los 2 meses de vida y se completa antes de los 6 meses de edad.

Influenza

La influenza, también conocida como gripe, es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por el virus de la influenza. Este virus puede provocar desde una enfermedad leve hasta formas graves que pueden resultar en complicaciones severas e incluso la muerte.

El virus se transmite principalmente a través de gotitas respiratorias que se dispersan cuando una persona enferma tose, estornuda o simplemente habla. Los síntomas de la influenza suelen aparecer de manera abrupta e incluyen fiebre, escalofríos, dolor de garganta, congestión nasal o nariz tapada, dolores musculares y corporales, dolores de cabeza, fatiga, y en algunos casos, vómitos y diarrea.

La mejor forma de prevenir esta enfermedad es mediante la vacunación anual contra la gripe. Esta vacuna no solo reduce la probabilidad de contraer la enfermedad, sino que también disminuye las complicaciones graves, hospitalizaciones, secuelas y muertes relacionadas con el virus de la influenza.

Sarampión

El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa y grave causada por un virus que se transmite de persona a persona a través del aire, especialmente al toser y estornudar. El virus infecta inicialmente el tracto respiratorio y luego se disemina por todo el cuerpo. Los síntomas característicos incluyen fiebre alta, manchas rojas en la piel, secreción nasal, conjuntivitis y tos.

El sarampión puede llevar a complicaciones serias como neumonía, convulsiones, inflamación del cerebro (meningoencefalitis) e incluso ceguera. Es una enfermedad completamente prevenible mediante la vacunación adecuada.

Rubeola

La rubéola es una infección viral altamente contagiosa que se caracteriza por una erupción de pequeñas manchas rosadas que comienza en la cabeza y se extiende hacia el resto del cuerpo. Además de la erupción, los síntomas incluyen malestar general, fiebre, conjuntivitis, enrojecimiento de los ojos, dolor de garganta e inflamación de los ganglios alrededor de la nuca y detrás de las orejas.

La rubéola se transmite cuando una persona infectada tose, estornuda o por contacto directo con secreciones infectadas de la nariz y la garganta. Es especialmente preocupante en mujeres embarazadas no adecuadamente inmunizadas, ya que puede causar el síndrome de rubéola congénita (SRC), una condición que puede llevar a ceguera, cataratas, sordera, cardiopatía congénita y retraso mental en el feto.

La prevención de la rubéola se logra a través del cumplimiento del esquema completo de vacunación según el Calendario Nacional de Vacunación, asegurando así la protección individual y colectiva contra esta enfermedad.

Parotiditis (paperas)

La parotiditis, también conocida como paperas, es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la parotiditis, que provoca una inflamación aguda y dolorosa de las glándulas parótidas y otras glándulas salivales, ya sea unilateralmente o bilateralmente. Aunque generalmente es leve, puede ser más grave y complicada si se presenta en adultos.

La enfermedad se transmite de persona a persona a través de las gotitas de saliva que se generan al hablar o por contacto directo con la saliva de alguien infectado. Es importante destacar que algunas personas infectadas pueden no presentar síntomas pero aun así pueden transmitir el virus.

La vacunación es la medida más efectiva para prevenir la parotiditis, proporcionando protección tanto individual como comunitaria contra esta enfermedad.

Varicela

La varicela es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa causada por el virus Varicela Zoster (VZV), caracterizada por la aparición de múltiples brotes de lesiones típicas en la piel. La transmisión ocurre principalmente de persona a persona a través del aire, al inhalar aerosoles del líquido vesicular de las lesiones de varicela o herpes zoster. También puede propagarse por contacto directo con estas lesiones o secreciones infectadas del tracto respiratorio y, en ocasiones, pueden desarrollarse complicaciones graves.

La enfermedad comienza con fiebre y malestar general aproximadamente 24 a 48 horas antes de que aparezcan las vesículas, pequeñas ampollas llenas de líquido. Estas vesículas aparecen en sucesivos brotes y afectan todo el cuerpo, causando picazón. Usualmente, las lesiones comienzan en el cuero cabelludo y luego se extienden al tronco y extremidades.

La mejor forma de prevenir la varicela y sus complicaciones graves es mediante la vacunación. Esta vacuna no solo protege contra la enfermedad en sí, sino que también reduce significativamente la gravedad de la presentación clínica y sus efectos adversos.

Coronavirus (COVID-19)

La enfermedad por coronavirus (COVID-19) es causada por el virus SARS-CoV-2, el cual se transmite de persona a persona a través de la exposición a fluidos respiratorios que contienen partículas virales infecciosas.

La exposición al virus puede ocurrir al inhalar partículas de aerosol o al entrar en contacto con membranas mucosas expuestas, como las de la nariz, boca u ojos. La mayoría de las personas infectadas experimentan síntomas leves a moderados y se recuperan sin necesidad de tratamiento especial. Sin embargo, las personas mayores y aquellas con condiciones médicas preexistentes tienen un mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad.

Las vacunas contra COVID-19 han demostrado ser altamente efectivas para prevenir enfermedades graves y reducir el riesgo de hospitalización y muerte.

Tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que típicamente afecta los pulmones, aunque también puede comprometer otros órganos del cuerpo. La principal forma de contagio ocurre al inhalar las bacterias que una persona enferma de tuberculosis expulsa al aire al hablar, escupir, toser o estornudar.

Es importante destacar que la tuberculosis se puede prevenir y curar. Existe una vacuna conocida como BCG que ayuda a prevenir las formas graves de la enfermedad.

Neumococo

El neumococo es una bacteria que provoca enfermedades graves como la meningitis,  infección en la sangre (bacteriemia) o neumonía y también enfermedades menos graves pero más comunes, como la sinusitis o la otitis media. La bacteria se transmite al tener contacto directo con las secreciones respiratorias de los portadores, coloniza la nasofaringe en forma transitoria y, posteriormente, se propaga a las vías respiratorias bajas. Los niños pequeños, los adultos mayores y las personas que padecen enfermedades crónicas del corazón, pulmonares, diabetes, tienen su sistema inmunológico debilitado, son tabaquistas o tienen problemas con el consumo de alcohol,  tienen riesgo de enfermar gravemente por esta bacteria. La vacunación es eficaz y duradera y la única manera de prevenir las enfermedades neumocócicas.

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